Polémica en el atletismo mundial: Sudafricana Caster Semenya deberá bajar sus niveles de testosterona para poder competir
Otra vez Caster Semenya, atleta sudafricana campeona mundial y olímpica de los 800 metros planos, está en el foco de la polémica.
Este jueves la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) publicó una nueva norma que regula a las atletas con diferencias en el desarrollo sexual (hiperandrogenismo) comprendidas entre los 400 metros hasta la milla.
Entre los requisitos más destacados, para que una atleta pueda competir en estas distancias y que sus marcas o récord sea homologable, debe presentar niveles de testosterona concretos, que no superen los cinco nanomoles por litro en sangre.
Aquellas deportistas que excedan tal cantidad, deben someterse a un tratamiento de anticonceptivos hormonales, durante al menos seis meses, para reducir los niveles.
De inmediato apuntaron a la atleta Caster Semenya, el caso más polémico de hiperandrogismo en los últimos años. El 2009 la IAAF sometió a la deportista a pruebas fisiológicas, y concluyó que Semenya es hermafrodita.
Una anomalía cromosómica define que no tenga útero y sí testículos internos, por lo cual su cuerpo produce niveles inusualmente altos de testosterona, que promueve el crecimiento muscular.
Tras todo esto determinó que la campeona mundial y olímpica estaba habilitada para competir en el atletismo femenino hasta ahora.
El presidente de la Federación Internacional, Sebastian Coe, se refirió a la nueva normativa. "Tenemos la responsabilidad de garantizar la igualdad de condiciones competitivas para los atletas. Como muchos otros deportes, elegimos tener dos clasificaciones para nuestros campeonatos: eventos masculinos y femeninos", asegura Coe.
"Esto significa que debemos ser claros acerca de los criterios de elegibilidad para estas dos categorías. Los datos muestran que la testosterona, producida naturalmente o insertada de forma artificial en el cuerpo, proporciona importantes ventajas de rendimiento en atletas femeninas", agregó.
