La brutal historia del niño de 8 años que murió tras meses de torturas aplicadas por su padrastro en EEUU
Es una de las historias más crueles de maltrato infantil conocidas en la historia, ocurrió en Estados Unidos, y se acerca el fin de su proceso judicial.
Se trata de los abusos, golpes y otros vejámenes que recibió durante la mayor parte de su corta vida Gabriel Fernández, un niño de ocho años en Palmdale, Los Ángeles. Torturas que finalmente le provocaron la muerte. ¿El agresor? Isauro Aguirre, quien era su padrastro.
Según relata El País, citando medios estadounidenses, el 24 de mayo de 2013 fue encontrado el menor de prácticamente agonizando en su casa: estaba inconsciente, con el cráneo fracturado, varias costillas rotas, quemaduras en la piel, mordiscos y perdigones incrustados en la ingle. Los médicos declararon muerte cerebral ese mismo día y murió dos días después en el hospital.
El pasado 15 de noviembre el atacante, que mide cerca de 1,90 metros, pesa más de 120 kilos y trabaja como guardia de seguridad, fue declarado culpable de asesinato en primer grado con agravente de torturas. Luego, esta semana, se recomendó la pena de muerte y se deberá esperar hasta marzo de 2018 para conocer la sentencia definitiva.
Foto: Gabriel Fernández
La madre del menor, que no hizo nada por ayudar a su hijo, también es acusada de asesinato y será sometida a un juicio de manera independiente.
LAS BRUTALES TORTURAS A LAS QUE ERA SOMETIDO
Según explica el mismo medio español, Gabriel Fernández sufrió un infierno inimaginable durante los 8 meses que vivió con su madre y su pareja.
El fiscal que llevó el caso dijo que el agresor disfrutaba pegando brutalmente al niño. De hecho, él mismo confesó que le pegaba decenas de veces, mucho más que a sus hermanos. Todo esto porque creía que era gay.
El niño era obligado a dormir dentro de una caja al interior de un armario, atado, amordazado y con grilletes en los pies. Era forzado a comer heces de gato y su propio vómito.
Y eso no era todo. En la última etapa de su vida el niño era privado de recibir comida y sus dientes fueron removidos a base de golpes.
Esta brutal historia -que finalizó con el niño asesinado por golpes de palo- generó mucho revuelo en Estados Unidos, donde también se cuestionó el funcionamiento de los servicios sociales en el condado y la negligencia con que actuaron. De hecho, hay ex funcionarios también procesados.
