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Nicaragua: El brutal crimen de una joven que fue quemada en un supuesto ritual de exorcismo

  • Por Meganoticias

Hace un año, una mujer de 25 años murió en Managua, Nicaragua, a causa de un edema pulmonar e insuficiencia orgánica múltiple, tras ser sometida a un supuesto ritual de exorcismo en el que le prendieron fuego  mientras estaba amarrada a un árbol de guayaba. 

Vilma Trujillo llevaba un tiempo teniendo alucinaciones, hablaba sola y su familia sabía que necesitaba ayuda. "Lloraba, se arrodillaba, hablaba del diablo. Nunca la había visto así", recuerda su tía, Ángela García, según consignó BBC

Sin embargo, vivían en El Cortezal, al noreste del país, desde donde el doctor más cercano estaba a casi un día de viaje, por lo que llamaron a un pastor de 23 años que trabajaba en la iglesia evangélica del sector, Juan Rocha, quien la llevó a la iglesia Visión Celestial, ubicada en un rincón alejado en una colina. 

Cuando Vilma llevaba seis noches encerrada en el lugar, uno de los miembros de la congregación aseguró haber tenido una revelación divina: los demonios podían ser expulsados con fuego

Aunque no está claro todavía si la empujaron al fuego o si este creció hasta alcanzarla, lo cierto es que amarraron a la joven a un árbol y las llamas comenzaron a quemarla. 

Vilma sobrevivió, a pesar de resultar con el 80% de su cuerpo quemado, y fue rescatada por su padre. Después de muchos esfuerzos lograron llevarla a un hospital en Rosita -la ciudad más cercana a El Cortezal-, pero el 23 de febrero los doctores ordenaron que fuera trasladada en avión hasta la capital, Managua, por la gravedad de las heridas. 

Días después, el 28 de febrero, la joven murió en el centro de salud. 

SECUESTRO Y ASESINATO

Tras el cruel crimen, tanto Juan Rocha como su hermano Pedro José, su hermana Tomasa y el esposo de esta, Franklin Jarquín, fueron acusados de secuestro y asesinato. 

Los mismos cargos se le formularon a la mujer que dijo haber recibido la "revelación divina", Esneyda del Socorro Orozco

Finalmente, el 9 de mayo de 2017, los cinco imputados fueron condenados a 36 años de cárcel y se les acusó de actuar "con alevosía, saña y abuso de confianza".