La historia de la "niña símbolo" del drama de los inmigrantes en Estados Unidos
El polémico decreto que separa a padres e hijos que ingresen de manera ilegal a Estados Unidos generó controversia tanto en Norteamérica como en el mundo entero.
La medida que mantiene a más de 2 mil menores lejos de sus padres, dejó varias imágenes que han recorrido el mundo. Una de ellas, incluso, fue ocupada en la portada de la Revista Time, y se convirtió en el símbolo del sufrimiento de los menores en la frontera méxico-estadounidense.
La imagen fue captada por el fotoperiodista John Moore, quien a través de su lente inmortalizó la imagen de una niña de dos años de edad que llora tras la detención de su madre por parte de agentes de la Patrulla Fronteriza estadounidense.
El corresponsal de Getty, afirmó al medio BBC que los hechos ocurrieron en Texas cerca de la medianoche. En medio de la detención, Moore pudo mantener un breve diálogo con la madre de la menor, quien venía de Honduras viajando hace casi un mes.
La mujer viajó un deficientes condiciones con su hija en brazos para atravesar la frontera y buscar un mejor futuro en Estados Unidos, pero al llegar a territorio estadounidense el grupo en el que se movía fue interceptado.
"Los agentes de la patrulla le pidieron que la dejara en el suelo para proceder a su identificación y registrarla, y la niña rompió a llorar... Los juntaron a todos, les pidieron la documentación antes de trasladarlos a centros de detención", dijo el reportero.
A Honduran asylum seeker, 2, and her mother are taken into custody near the US-Mexico border. The Trump administration’s “zero tolerance” policy for undocumented immigrants calls for the separation of parents and children. #gettyimages #undocumented #gettyimagesnews pic.twitter.com/2tCmxDYlvd
Tanto la menor como otros niños fueron trasladados hasta un centro fronterizo donde sus padres son detenidos y ellos encerrados en jaulas, mientras se resuelve la situación de los adultos. Este proceso puede tardar días hasta que los menores son deportados y llevados a casas de familiares o derivados a centros de acogida.
"Esa gente tenía mucho miedo. La mayoría eran mujeres y niños, todos centroamericanos que habían estado viajando desde muy lejos. Muchos estaban agotados, tenían sueño y ansiedad", dice Moore.
La última vez que vio a la menor fue antes de ser subidas a los vehículos patrulleros. Se desconoce la situación actual de la madre y su pequeña hija.
