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Este aviso se cerrará en segundos

La Casa Blanca revela que Bin Laden estaba desarmado cuando lo abatieron

  • Por Meganoticias

El comunicado que ha leído el portavoz describe cómo, en la primera planta, las fuerzas especiales mataron a dos mensajeros al servicio de Bin Laden, junto con una mujer a la que alcanzó el tiroteo. Ya en la habitación del terrorista, en la tercera planta, una de sus esposas se interpuso y recibió un disparo en una pierna, aunque no murió. A continuación, los agentes abatieron al terrorista.

Carney también se refirió a la decisión de Estados Unidos de no informar a Pakistán de la misión, calificando relación entre ambos países de "complicada pero importante". "Debemos tener cuidado en no generalizar", dijo respecto a las sospechas por que Bin Laden viviera durante tanto tiempo (unos 6 años) en el complejo residencial

Acerca de las fotografías de Bin Laden muerto, el portavoz ha justificado que aún no hayan visto la luz porque su publicación podría resultar incendiaria. La imagen del cadáver es atroz, en palabras de Carney.

Enemigo muerto en acción

"Gerónimo EKIA". Con esta escueta frase, el director de la CIA, Leon Panetta, anunciaba este lunes la muerte de Bin Laden. Unos segundos después de escuchar el nombre en clave del principal objetivo del espionaje de EE UU desde el 11-S seguido por el acrónimo en inglés de "enemigo muerto en acción" (enemy killed in action), Barack Obama, reunido con sus asesores en la sala de crisis de la Casa Blanca, habló al fin: "Lo tenemos".

Un miembro del comando de élite de la Marina SEAL sacó una foto del cadáver del hombre alto y barbudo, y lo envió a analistas que, a través de un programa de reconocimiento facial, determinaron que había un 95% de probabilidades de que se tratara de Bin Laden. Una de las esposas del líder de Al Qaeda también identificó el cuerpo, según The New York Times, aunque la confirmación crucial llegó posteriormente tras comparar el ADN con muestras de familiares, que arrojaron un 99,9% de certeza.

El comienzo de la operación que culminaba ocho meses de trabajo y años de recopilación de información auguraba un desastre. Dos docenas de comandos de la unidad de élite de la Marina SEAL tenían que descolgarse de dos helicópteros Black Hawk en la madrugada del lunes en un fortificado complejo en la ciudad de Abbottabad, a 60 kilómetros al norte de Islambad, donde se ocultaba Bin Laden desde hace cinco o seis años, como ha confirmado este martes John Brennan, principal asesor de seguridad de la Casa Blanca. Pero uno de los aparatos sufrió un fallo mecánico y cayó, con la cola enganchada en un muro de 3,5 metros.

Los detalles de la prensa estadounidense difieren sobre dónde cayó el aparato y si el objetivo era que los militares descendieran dentro del complejo residencial o fuera, como relata The Washington Post. Según este diario, el accidente obligó a que los militares a bordo del Black Hawk averiado, que tenían que haber iniciado la operación desde el exterior, tuvieran que luchar para ocultarse de los hombres del terrorista dentro del patio fortificado.

En el otro extremo del mundo, el consejo de guerra reunido en la sala de crisis contuvo la respiración, según relató Brennan. Nadie quería otro Black Hawk derribado como el ocurrido en Somalia en 1993, una de las pesadillas recurrentes en todas las reuniones previas para decidir cómo se realizaría la operación. Un tercer helicóptero, un Chinook, fue enviado para apoyo de emergencia. Finalmente, según el periódico de Washington, los seals que se descolgaron fuera del recinto se unieron a los que cayeron en el interior, y avanzaron intercambiando disparos.

Desde la sala de crisis, el presidente de EE UU y su equipo siguieron en directo el avance por el edificio principal del complejo, cuarto por cuarto, planta por planta, la mayor parte del tiempo en silencio. El rostro de Obama parecía "de piedra", según un ayudante. El vicepresidente, Joe Biden, pasaba las cuentas de un rosario. En una pantalla, el director de la CIA narraba desde la sede del organismo, al otro lado del río Potomac, lo que estaba ocurriendo en Pakistán.

"Los minutos pasaban como días", contó Brennan. "Fue probablemente uno de los periodos con mayor ansiedad, creo, en la vida de todos los que nos encontrábamos reunidos", describió el principal asesor de seguridad de la Casa Blanca.(El Pais)