Vecino de San José de Maipo relata el aluvión: "Fue como un tren inmenso que bajaba por el cerro"
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Mientras se intensifican los intentos de rescate de cientos de personas, sobre todo de turistas, aislados en distintos sectores de San José de Maipo, se confirma el hallazgo de un cuerpo, varios desaparecidos y se canaliza con urgencia ayuda solidaria, Gabriel Salas, vecino del sector, relató los difíciles momentos que le tocó vivir junto a su familia. Aunque su casa se encuentra en “estado crítico” salvaron sus vidas. Ahora le preocupan fundamentalmente los turistas que estaban acampando en esteros no protegidos por donde pasó el alud y con quienes no hay comunicación hasta el momento.
Una de las pocas cosas que pudieron rescatar de su casa.
“Lo que más me preocupa es que esta es una zona muy visitada por turistas que no necesariamente van a los campings oficiales certificados. Mucha gente está acampando en los esteros. Y si tú tienes que los esteros sobrepasaron la capacidad, hay mucha gente extraviada e incomunicada”, explica.
Sobre lo ocurrido anoche relata: “Yo vivo en San José Alto, en la comuna de San José de Maipo. Ayer empezaron a producirse intensas lluvias, que conocemos como lluvias de verano en la cordillera. Los niños estaban por acostarse. Eran las ocho, ocho y media de la tarde, aproximadamente. El estero cambió de caudal, disminuyó. Nos pusimos alerta con mi hermana y salimos a ver qué pasaba. De pronto escuchamos un ruido muy fuerte, como un tren inmenso que bajaba por el cerro con lodo y rocas, y claro, entendimos que era un aluvión inmenso. En ese momento lo que más me preocupaba era salvar a los niños, hijos y sobrinos, a mi papá, y llevarlos a todos a la parte alta. Después, nos dimos cuenta que el alud se metió. En mi casa por ejemplo, estoy con un metro y medio de barro. Rompió muchas cosas –ralata con tristeza-, se fueron bodegas completas con materiales, mucho material apícola. Solo rescaté una imagen de la Sagrada Familia”.
La imagen de la noche.
Sobre lo que ocurre ahora, Salas dice que: “Lograron despejar el puente de mi sector, que estaba tapado, y la atención se focaliza ahora en la parte alta. Hay un puente cortado que es San Alfonso, y dos esteros que sobrepasaron la capacidad normal por el inmenso causal que traía el río, que arrastró lodo y rocas. Hay varias viviendas perdidas”.
El sacerdote Luis Quintanilla, párroco de San José de Maipo, entregó su testimonio al sitio iglesiadesantiago.cl y comenta la situación actual: “En San José empezó a llover ayer sábado en la tarde como a las 19:00 horas, con truenos y relámpagos muy fuertes. Después se produjo el alud. Me he contactado con personas en San Gabriel. La gente está bien, pero aislada. La gente que está más arriba, en Baños Morales y en su entorno, que estaban de turistas, bajaron a San Gabriel, pero no pueden pasar de ahí porque los puentes están cortados. Con San Alfonso no hay comunicación. Los celulares están cortados. Relativamente cerca del convento de las Carmelitas hubo un rodado, pero están bien y no hay daños”.
Llamado a la solidaridad
Gabriel Salas informa que en este momento “Hay muchas manifestaciones de solidaridad. El barro lo están sacando oficiales del ejército, hay personal de Carabineros de Chile. En verdad hay varias instituciones ayudando, pero les estoy pidiendo que vayan a lugares más críticos: estoy sin agua, lleno de barro, pero estamos con vida y salvaguardados, pero hay gente aislada. Por lo que yo sé, la parte más afectada es San Alfonso, donde el alud se llevó el puente, y el sector de Los Rulos que es la parte alta desde donde yo estoy”.
El párroco Luis Quintanilla hace también un llamado a la comunidad “A la gente que pueda, a apoyar a los voluntarios que están despejando los caminos y a orar”.
