La razones del tribunal para aceptar la prisión preventiva de Rafael Garay
Este jueves llegó al país tras seis meses de ausencia el ingeniero comercial Rafael Garay, a quien se le acusa de incurrir en 36 estafas, causas por las que fue reformalizado durante esta jornada por los delitos de estafas reiteradas.
Una vez finalizada la audiencia, la jueza del Tercer Juzgado de Garantía de Santiag, Paola Robinovich, anunció que el tribunal aceptaba la petición del Ministerio Público y decretó para Garay la medida cautelar de prisión preventiva, la que deberá cumplir durante los 120 días que dure la investigación en el anexo Capitán Yáber.
Entre los argumentos que dio para justificar la decisión, sostuvo que los antecedentes presentados por el Ministerio Público son "plausibles en cuanto al hecho de que el imputado desplegó un engaño, una maniobra engañosa que produjo una confianza en la víctima de aceptar el negocio que el sugería".
Para lograr esto, precisó que Garay generó "una imagen de seriedad profesional, de prestigio que era conocida socialmente, en manera de que este imputado se ofrecía como asesor de inversiones con una serie de títulos acedémicos", recalcando también que participaba programas radiales, televisivos y seminarios de economía.
La magistrada además sostuvo que las inversiones que el auto denominado economista ofrecía "no se realizaron nunca de acuerdo a los resultados de la investigación", y que en las cuentas bancarias de su sociedad y en la personal, en julio de 2016 cuando comunicó que cerraba su negocio, no existían los fondos para cumplir estos compromisos financieros.
PELIGRO DE SOCIEDAD Y PELIGRO DE FUGA
El tribunal detalló en la ocasión los motivos para considerar a Garay un peligro para la sociedad con peligro de fuga.
Para esto se basó principalmente en dos argumentos: la presunta enfermedad que dijo tener al momento del cierre de su sociedad de inversiones y que haya llegado a Rumanía.
Sobre el presunto cáncer de cerebro terminal que dijo padecer, Robinovic explicó que no se ha presentado ningún antecedente que compruebe que padece esta patología, por lo que "se puede ssostener con certeza que esto fue una justificación del señor Garay para salir del país y causar compasión en las víctimas y el resto de la sociedad chilena".
El segundo argumento apunta a que Garay llegó a Rumania, un país que no tiene un tratado de extradición con Chile, lo que hacía incierto un posible regreso para enfrentar a la justicia: "Si es que Rumania no hubiera otorgado la extradición, que era un posibilidad en este caso, no habría podido juzgarse en Chile al señor Garay", sentenció.
