Rafael Garay confesó que inventó su cáncer sacando información de Google
Pese a que durante la investigación fueron varios los factores que dejaban a entrever inconsistencias en torno al tema, fue durante la declaración que realizó el pasado jueves frente al fiscal José Morales, cuando el ingeniero comercial Rafael Garay confirmó oficialmente la inexistencia del cáncer que dijo tener.
Según le señaló al persecutor, premunido de información extraída de Google, la idea de inventar el padecimiento del gliobastoma en una zona del cuello, cercana al cerebro, era poder abandonar el país sin mayores cuestionamientos y escapar de, precisamente, la situación en la que se encuentra ahora: Procesado por el presunto delito de estafa contra 36 personas, por un monto cercano a los $1.800 millones.
Sin embargo, la confesión de Garay no sorprende a la fiscalía, puesto que durante su labores investigativas se determinó la inexistencia de atenciones médicas de ninguna índole, que pudiesen relacionarse con el padecimiento que el ingeniero comercial afirmaba tener. Nunca visitó siquiera un oncólogo, según consigna El Mercurio.
Este jueves continuará la declaración de Garay frente a Morales, la cual se desarrolla en la denominada "zona mixta" del Centro de Justicia, la cual une el edificio del Ministerio Público con el anexo de Gendarmería Capitán Yáber, donde Garay cumple con la medida cautelar de prisión preventiva desde el 16 de marzo, cuando se le decretó.
0,00027% DE LA PRESUNTA DEUDA
Paralelamente, este lunes se conoció que Garay depositó la suma de $500.000 (0,00027% del total presuntamente defraudado) en la cuenta del tribunal que lleva la causa en su contra, con el objetivo de "reparar el mal causado". Esto tendría como objetivo intentar configurar la atenuante llamada "reparación con celo del mal causado".
El abogado penalista de la Universidad Católica Felipe Bravo explicó a Ahoranoticias.cl que dicha figura legal implica, en primer lugar, "una reparación con todos los medios disponibles, que se intente efectivamente lo más que se pueda, y reparar el mal causado implica que se deposite una suma de dinero que pueda, por de pronto, servir como indemnización, compensación o abono a la eventual compensación".
Entendido lo anterior, continúa Bravo, el depósito del ingeniero comercial no sería suficiente. "El hecho de que lo que se le imputa a Rafael Garay sea una deuda de $1.800 millones versus $500 mil, probablemente no logre configurar un atenuante y no sea considerado por el tribunal para los efectos que él quiere", expresó.
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