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Abuso sexual: Se revelaron tres acusaciones más en contra de Herval Abreu

  • Por Meganoticias

Luego que se publicara en un reportaje las conductas de acoso y abuso sexual por parte del director de teleseries, Herval Abreu, la Fiscalía Metropolitana Oriente decidió abrir una investigación por el caso.

La fiscal jefa de Las Condes, Lorena Parra, fue quien tomó la causa, mientras que el acusado debió prestar declaración el 14 y 18 de junio. Por otro lado, han sido cuatro de las siete primeras denunciantes quienes han entregado su testimonio a la fiscal.

Sin embargo, durante esta jornada, la revista Sábado reveló la historia de otras tres mujeres, dos actrices y una modelo, quienes accedieron a compartir su testimonio de manera pública.

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Carolina Contreras

A los 20 años, tuvo su primer acercamiento a Herval Abreu. Tras haber destacado con su actución en el anfiteatro del Museo de Bellas Artes. Fue en 1998 que el director la llamó mientras buscaba elenco para una producción.

"Me dijo que estaba interesado en conocerme, porque estaba buscando una actriz para el rol protagónico de su próxima teleserie", declaró Carolina. Sin embargo, rechazó la oferta porque aún estaba estudiando, lo que en primera instancia no le gustó al director.

Luego de reunirse, Abreu la invitó a comer: "Sentí que si un director como él me invitaba a comer, era porque me había respetado y quería seguir hablando de cine o televisión. Nunca lo sentí como una cita".

Después de comer, el hombre, de ese entonces 34 años, se ofreció a llervala a su casa de manera insistente. Bajo la presión, Carolina aceptó, pero declaró que se sintió incomoda. "Cuando íbamos en el auto me preguntó si yo había ido a moteles. Yo le contesté que sí. Él me dijo que conocía uno y que quería ir. En ese momento intenté tomarlo a la ligera, pensé que me estaba molestando".

Según cuenta la denunciante al mismo medio, Abreu condujo hasta el motel Toi et moi en San Bernando. Además, declaró que en ningún momento él le preguntó si ella quería ir: "Estacionó el auto y yo no podía creer lo que estaba sucediendo. No sabía cómo manejarlo. Me sentí presionada al acompañarlo al motel. En el fondo, me sentía culpable (...) Me vi encerrada".

Luego, cuenta que entraron al lugar, Abreu le quitó la ropa y ella se quedó inmóvil del miedo: "El cuerpo y la mente se dividen, algo en mí se paralizó. Yo estaba en otro estado. Pensé voy a tener que aguantar esto y Herval comenzó a tener una relación sexual conmigo".

La actriz también aclara que el acto fue sin consentimiento: "No sentí nada, solo miedo. Estaba congelada y él se dio cuenta. Mientras estábamos en eso me dijo no te pasa nada. Yo no le respondí. Ahí el paró y me dijo: Bueno, vamos".

Finalmente Carolina fue llamada a un casting en el canal, donde quedó como extra para una escena. Cuando salió el primer reportaje de acusaciones contra Abreu, tuvo el valor para contarle a su familia que ella también era una víctima del director.

Simoné González

La actriz Simoné González conoció a Herval Abreu en 2004, cuando ella tenía 10 años. Según relata, la experiencia fue buena y tenía "mucho aprecio" por el director. Sin embargo, después de participar en varias producciones decidió dedicarse a su educación.

Luego, en 2013, con 19 años, saludó a Abreu por Facebook: "Él se entusiasmó con mi estilo. Me dijo que necesitaba una actriz con mis características (...) Me preguntó si me interesaba y le dije que sí (...) Un día me dijo que quería juntarse en su departamento para hablar del personaje".

Simoné explica que se reunió con él y en ese encuentro Abreu le propuso que ensayaran su actuación: "Era una escena rara, porque teníamos que besarnos", explica la actriz. Sin embargo, no accedió a la propuesta porque no quería besar a un hombre mayor.

"El insistió muchas veces. Se acercó demasiado y me robó un piquito. Se notaba que estaba excitado. Yo me quería ir, pero era muy tarde (...) No sabía si era peor irme sola pasada la medianoche o quedarme ahí", cuenta Simoné.

En su relato explica que pasó la noche en la pieza del hijo de Abreu, que no estaba: "Recuerdo que le puse llave a la puerta. Me fui al otro día por la mañana". Desde esa experiencia que la joven no volió a sentirse cómoda actuando, por lo que no participó más en teleseries.

Luna Aballay 

En 2016, Luna Aballay, modelo y estudiante de ciencias agronómicas de la Universidad de Chile, recibió un recado por medio de un colega diciendole que Herval Abreu había visto unas fotos suyas y quería conocerla. "Yo sabía que él era un pez gordo de Canal 13 y que había dirigido varias teleseries importantes", expresó Luna. Por lo que respondió que no le interesaba, ya que ella no era actriz. Sin embargo, su colega le insitió, convenciéndola que no perdía nada con ir a una entrevista.

"En su oficina Herval me preguntó qué estudiaba, cuántos años tenía. Yo le conté sobre mi carrera, que mi familia era de Paico, cerca de Melipilla, y que vivía sola desde que me vine a Santiago a estudiar", relató. En la reunión le comentó que buscaba un "perfil como el de ella", por lo que le propuso dos opciones: Hacer una prueba de cámara o que se junte con él y la preparaba para que quedara. "Me dijo piénsalo, dame tu número", agregó.

Tras un par de semanas, Luna aceptó reunirse con Abreu: "Me dijo que tenía que ser en su casa, porque en el canal entraban a cada rato a su oficina, entonces nunca íbamos a estar tranquilos".

El día del encuentro la joven le avisó a una amiga para que estuviese atenta al teléfono. Cuando se reunieron el director le preguntó si tenía pareja y si había pololeado. Luego, le entregó el guión de una escena que ya había sido descrita por otra denunciante.

"Era la historia de una chica adolescente que seducía a un hombre de 50 años. Herval decía que tenía que ser ese diálogo porque, como era tan intenso, se podía ver altiro si la persona tenía habilidades o no", comentó Luna.

Luego de ensayar la escena un par de veces, el director le dijo que no era necesario que hicieran la parte del beso. Después de eso, pidieron sushi: "Cuando terminamos, él se paró y me dijo que lo había hecho bien. Pero para ver si realmente tenía talento, teníamos que improvisar. Yo le dije que sí porque pensaba que con una improvisación podía manejar mejor la situación".

Abreu le propuso una improvisación que tenía como escenario su dormitorio. "Yo había dejado mi teléfono en el comedor (...) Si me devolvía y tomaba el teléfono, sentía que me iba a decir que era una histérica".

Según cuenta Luna, el ejercicio empezó con el director diciendo que estaba cansado, por lo que fue al baño, se puso un pijama, se acostó y apagó las luces: "Me decía acuéstate, tú también estás cansada. ¿Me tienes miedo? Yo le decía que no quería. Él me decía que no iba a pasar nada. Me acosté bajo el cobertor, pero debajo de las sábanas. Tomé un cojín y lo puse al medio".

Tras la incómoda situación, Luna decidió terminar con la supuesta improvisación. Mientras iba en un Uber camino a su casa le contó a una amiga lo que había pasado, quien asegura que le pareció "horrible" lo que le contó la joven.

Ya en su casa entendió que no había estado bien la situación que generó Abreu. Nunca volvió a saber del director ni el ofrecimiento de un papel. Actualmente está en Madrid por un intercambio académico, estando allá supo del reportaje donde se denuncia al director: "Sólo pensé al fin cayó. Yo pensaba que Herval nunca iba a caer".