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Este aviso se cerrará en segundos

Una serie de tormentas geomagnéticas golpearán a la Tierra en los próximos días

  • Por Meganoticias

Una serie de tormentas geomagnéticas afectarán a la Tierra en los próximos días.

Así lo informó la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA, por sus siglas en inglés), que en su página web tiene un aviso vigente por tormenta que está en efecto desde este 24 de octubre.

En definitiva se trata de una categorizada en G1, tormenta menor que no tendrá gran impacto en la población. Sin embargo, la potencia y sus posibles efectos, se irá elevando con los días.

Para este 25 la tormenta pasará a ser una de nivel G2. Aunque la mayor potencia se verá a inicios de noviembre, según advierte el organismo.

Para el 2 y 3 de noviembre, se espera una tormenta geomagnética de categoría G3, una fuerte que podría generar varios problemas en servicios de navegación y de radiofrecuencia.

En la escala del Centro de Predición del Clima Espacial --que va de G1 a G5--, una tormenta G3 puede generar activaciones de alarma falsas en algunos sistema de protección. Además, las navegaciones satelitales y las conexiones de radio de baja frecuencia puede presentar problemas, al igual que intermitencias en radios HF.

Los satélites que orbitan la Tierra deberán ser reajustados y reorientados para evitar problemas mayores.

Como consecuencia del mismo fenómeno, se multiplicará la aparición de auroras boreales en el hemisferio norte.

Efecto en las personas

Contrario a lo que se pueda creer, las tormentas geomagnéticas también pueden provocar situaciones en las personas. Así lo explica Mijaíl Panasiuk, director del Instituto de Investigación en Física Nuclear de la Universidad Estatal de Moscú.

En declaraciones al sitio RT, el experto comentó el fenómeno "habitualmente tiene ciertos efectos (sobre las personas), pero esos dependen del cuerpo del individuo." Estos se pueden presentar en dolores de cabeza, por ejemplo.

La explicación está en que al ser los humanos formados principalmente por agua, somos un "elemento conductor" que permite el paso del fenómeno espacial.