Árbol de Navidad: El origen de la tradición de adornar un pino con esferas y guirnaldas

Cuando falta cada vez menos para la celebración de las fiestas de fin de año, miles de familias chilenas comienzan a prepararse para estas fechas, cuando se disponen a armar el árbol de Navidad.

De acuerdo a la tradición, quienes se disponen a celebrar el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre, adornan un pino, al cual se le cuelga esferas de colores, guirnaldas, y otros objetos para celebrar el espíritu navideño. Pero, ¿de dónde viene esta tradición que está instalada hace siglos en el inconsciente colectivo?.

La historia más conocida se remonta a la antigüedad, ya que según Clarín, los relatos aseguran que pueblos germánicos creían que los astros, entre ellos el sol, colgaban de un árbol gigante, conocido como Divino Idrasil o Árbol del Universo. Por eso, durante el solsticio de invierno (en la última parte del mes de diciembre para el hemisferio norte) adornaban un roble y bailaban a su alrededor.

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Esto cambiaría con la expansión del cristianismo en Europa, pues se cambió la celebración del solsticio por la del nacimiento de Cristo. De hecho, en el año 740 D.C., el evangelizador San Bonifacio cambió la tradición, pasándola desde un roble a un pino, debido a que la forma triangular de este segundo árbol tendría mayor relacion con la Santísima Trinidad.

Con el paso del tiempo y la aparición de nuevos materiales que abarataron costos para que llegaran a más gente, comenzaron a decorarse los árboles con guirnaldas y bolas de colores, principalmente en Alemania, a principios de los 1600. Luego se sumaron más naciones, especialmente durante el siglo XIX, con Reino Unido y España sumándose a esta forma de celebración.