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Oimiakon es el pueblo más frío de todo el planeta

  • Por Meganoticias

Para llegar hasta allí hay que adentrarse en la región siberiana de Kolima, atravesando la solitaria y helada carretera M56. Es una vía de más de 2 mil kilómetros de largo, conocida como la "Carretera de los huesos", y que fue construida por miles de presos entre 1932 y 1953, muchos de los cuales fallecieron durante el trabajo y fueron sepultados bajo la calzada.

 
 
El poblado de Oimiakón está ubicado hacia el este de Siberia, a pocos kilómetros está el maravilloso Círculo Polar Ártico, y que ostenta el honor de ser el pueblo más frío del planeta
 
 
Durante el invierno, a este sitio sólo se puede llegar en avión, moto de nieve o vehículo todo terreno. Allí es una cuestión normal que  durante los meses que dura esa estación el termómetro se desplome hasta los cuarenta grados bajo cero o más allá y permanezca así las veinticuatro horas del día durante tres o cuatro meses seguidos. 
La temperatura más baja registrada en Oimiakón es de 67,7 grados y fue en el invierno de 1924. En cambio, en el escaso mes que dura el verano se han alcanzado temperaturas de hasta treinta grados.
 
 
Con estas condiciones climatológicas, la vida de sus habitantes es bastante dura. Pues además, están bastante alejados de cualquier otro centro urbano. No hay demasiadas atracciones en el lugar, sólo la majestuosidad de sus paisajes y el singular estilo de sus construcciones, siempre bañadas por el hielo. Pero por lo mismo, es que es una localidad atractiva para los viajeros más intrépidos y aventureros.
 
 
Los pocos vehículos que circulan por las gélidas calles del pueblo no pueden parar el motor en ningún momento o no volverían a partir, las clases se suspenden cuando la temperatura desciende por debajo de los cincuenta grados bajo cero y nadie lleva gafas al aire libre, ya que debido al intenso frío se pegan instantáneamente a la piel. Los peces se congelan en solo 30 segundos después de haber sido sacados del río y se guardan en los sótanos de las casas, lo mismo que otros productos. Además, en muchas de los hogares no hay agua corriente sino bloques de hielo en la puerta y la leche se reparte también en esta forma. Del mismo modo, en la escuela se usan lápices porque la tinta de los bolígrafos llega en estado sólido.
 
 
El pueblo cuenta con una vieja pista de aterrizaje que data de la II Guerra Mundial, una fábrica de leche que se paraliza de octubre a marzo, una escuela y, desde 2007, un hotel listo para recibir a los escasos turistas que quieren visitar el lugar más frío del hemisferio norte. A diferencia de lo que ocurre con las casas de los habitantes de Oimiakón, que en su mayoría viven justo sobre el nivel de subsistencia, las diez habitaciones de este hotel cuentan con agua caliente.
 

 

(Foto: fronterasblog.wordpress.com)

(Fuente: Abc.es, meganoticias.cl)