Lula da Silva se declara inocente frente a acusaciones de corrupción e insiste que será candidato

"No solicité, no recibí, no pagué ningún triplex. No tengo", declaró este martes en la ciudad de Curitiba el ex Presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, en una diligencia que duró cinco horas y se llevó a cabo por el juez brasileño Sérgio Moro, quien está a cargo de las investigaciones del caso de corrupción alrededor de la petrolera Petrobras. En tribunales lo acompañó la presidenta destituida, Dilma Rousseff. 

El triplex al que se refirió es el departamento de tres niveles en Guarujá, en el estado de Sao Paulo, que la fiscalía asegura que la constructora OAS, relacionada a la red de sobornos de Petrobras, compró para uso del expresidente y su familia a cambio de favores políticos. El valor del inmueble sería de un poco más de 1 millón de dólares. Además, lo acusan de que la constructora almacenó sus bienes que ganó mientras fue presidente, entre 2003 y 2010.  

La fiscalía presentó una denuncia en su contra por corrupción pasiva y lavado de dinero junto a otras siete personas, entre ellas su mujer, Maria Letícia, que murió en febrero pasado. 

Según declaró Lula, visitó el triplex porque la constructora OAS quería vendérselo, pero que no tuvo la intención de comprarlo ni tampoco dio instrucciones para que fuera remodelado y adaptado a sus necesidades. "Lo que sé es que el día que fui, había muchos defectos en el edificio, defectos de escala, en la cocina", aseguró.