[FOTOS] El drama que viven personas de la étnia rohingya tras ser perseguidos en Myanmar
En Myanmar (antes conocido como Birmania), país del sureste asiático, se les considera extranjeros, "intrusos". Los miembros de la minoría étnica rohingya son musulmanes y viven, mayormente, en el norte del estado de Rakhine, que tiene frontera con Bangladesh, donde también hay habitantes de esta comunidad.
Para el país, que en su mayoría es budista, no son ciudadanos, tampoco son considerados legales ni los reconoce como minoría.
Tras años de violencia y persecusión, los rohingya huyen de la represión y la campaña militar emprendida por parte del ejército birmano luego de que el 25 de agosto pasado, supuestamente, el Ejército de Salvación de los Rohingya de Arakan (Arsa), organización que dice luchar contra la represión del Estado, atacara 30 puestos de paramilitares en Rakhine.
Antes de este conflicto, en Rakhine vivían 1.2 millones de rohingyas. Sin embargo, según datos de la ONU, desde el inicio de la ofensiva del gobierno más de 500 mil han huído a Bangladesh.
Zeid Ra'ad al-Hussein, el alto comisionado de derechos humanos de la ONU, en septiembre pasado declaró: "Hago un llamado al gobierno para que ponga fin a su cruel operación militar actual (...) para revertir el patrón de discriminación severa contra la población rohingya. La situación parece un ejemplo de limpieza étnica de manual".
La ONU, en un informe con fecha del 11 de octubre, aseguró que "se han llevado a cabo brutales, bien organizados, coordinados y sistemáticos ataques contra la minoría rohingya en Myanmar, con la intención no solo de expulsarlos, sino también de prevenir su regreso".
Además, basándose en entrevistas en terreno en Bangladesh, "donde cientos de miles de rohingya han buscado refugio" escribieron: "El equipo de derechos humanos de la ONU documentó informes consistentes sobre las fuerzas de seguridad de Myanmar rodeando y entrando a aldeas de Rakhine, disparando indiscriminadamente a rohingya, incendiando casas y anunciando en otras aldeas que les sucedería lo mismo si no se iban".
También cita testimonios de testigos que dicen que las fuerzas de seguridad cometieron ejecuciones extrajudiciales, violaciones y otras formas de violencia sexual, torturas y ataques a lugares de culto.
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