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Theresa May lanza un pulso por el Brexit con una UE que se cierra en banda

  • Por Meganoticias

AFP

Enarbolando el "mandato" que le dieron los diputados británicos, la primera ministra Theresa May se disponía el miércoles a enzarzarse en una renegociación con la UE sobre el Brexit que perece perdida por adelantado y hace sospechar una mera táctica política.

La jefa del gobierno conservador tiene previsto hablar por la tarde con el presidente del Consejo Europeo Donald Tusk, informó Bruselas, donde ya se oían las voces contrarias a reabrir un difícil proceso que duró casi año y medio y culminó con el que la UE considera "el único acuerdo posible".

Los británicos "siempre regresan al mismo punto, pero saben que a partir de ahí (la negociación) no sigue adelante", afirmó el alemán Elbar Brok, presidente del comité de Relaciones Exteriores del parlamento europeo y miembro del CDU de la canciller Angela Merkel, a la radio germana SWR.

"Teníamos un acuerdo, la propia primera ministra británica lo firmó. Hasta hace tres días, ella era una firme defensora de la necesidad del 'backstop'", dijo a la radio pública irlandesa RTE el canciller de la República de Irlanda, Simon Coveney.

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El ministro irlandés hacía referencia al dispositivo de último recurso destinado a evitar una nueva frontera entre su país y la provincia británica de Irlanda del Norte, para preservar el acuerdo de paz del Viernes Santo, que en 1998 puso fin a tres décadas de sangrientos enfrentamientos entre católicos republicanos y protestantes unionistas.

Es el punto más conflictivo del acuerdo negociado por May con Bruselas y que la Cámara de los Comunes rechazó estrepitosamente el 15 de enero.

Dos semanas después, en una prueba más de su incapacidad para acordar una solución alternativa, los diputados británicos decidieron -por una estrecha mayoría de 317 a 301 votos- apoyar la propuesta de May consistente en pedir a la UE que revise este mecanismo.

¿Táctica política?

"Llevaremos adelante este mandato y trataremos de obtener cambios jurídicamente vinculantes en el Acuerdo de Retirada que aborden las preocupaciones sobre el 'backstop'", prometió May en el Parlamento. "Mis colegas y yo hablaremos con la UE sobre cómo abordamos los deseos de la Cámara", agregó.

Ante el incesante rechazo de los líderes europeos a reabrir la negociación cuando faltan menos de dos meses para la fecha prevista del Brexit -el 29 de marzo-, analistas británicos interpretan que el nuevo movimiento de la primera ministra, conocida por una perseverancia que raya la tozudez, puede ser una mera táctica política.

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"La única estrategia que puedo ver detrás de todo esto es que la primera ministra utiliza esto para demostrar finalmente a todos, especialmente a sus más recalcitrantes detractores, que el 'backstop' no puede ser renegociado, por lo que tienen que enfrentarse a la verdad de Brexit: o votan a favor del acuerdo, o votan a favor de un segundo referéndum o votan a favor de un Brexit sin acuerdo", dice a la AFP Anand Menon, profesor de Política Europea en el Kings College de Londres.

Morten Ravn, profesor de Economía en la University College London, coincide: May "probablemente prevé que no puede cumplir lo que promete y hace esto con la esperanza de que el Parlamento acabe apoyando su acuerdo en el último minuto con el fin de evitar un Brexit sin acuerdo".

Este escenario -que según el Banco de Inglaterra dispararía el desempleo y la inflación, provocaría un desplome de la libra y el precio de la vivienda y casi un 10% de reducción del PIB- es el más temido por todos, especialmente por los dirigentes empresariales.

"La renegociación es como un lanzamiento de dados, debe tener éxito o fracasar rápidamente", tuiteó el miércoles la directora general de la principal patronal británica CBI, Carolyn Fairbairn, que lleva meses advirtiendo de la preocupación de las empresas en una situación de caos e incertidumbre sin precedentes en el país en tiempos de paz.