Londinenses defienden sus barrios con sus propias manos
Tras los peores disturbios en las últimas décadas en Inglaterra, el temor de muchos es que los planes de austeridad del primer ministro británico, David Cameron, se conviertan en el nuevo problema del país, sobre todo los de reducir el financiamiento de la policía.
Cameron adoptó una estrategia de mano dura con respecto a la violencia y prometió perseguir y castigar a la “minoría sin ley”, culpando a la policía por su respuesta inicial.
Ahora que bajaron los niveles de violencia, el premier ha estado bajo creciente presión para abandonar sus planes de reducir el número de agentes en la capital inglesa y otras ciudades, debido a que se han puesto en riesgo los recursos de la policía.
Actualmente, los ciudadanos temen que la disminución en el número de efectivos, debido a los fuertes recortes del gasto público del Gobierno, podrían dejar al país desprotegido ante más problemas.
Líderes vecinales y analistas aseguran que se debe tener en cuenta la pobreza, el desempleo y una sensación de exclusión entre muchos jóvenes, y que estos recortes perjudicarán más a los desfavorecidos.
La policía británica comenzó la madrugada del viernes, el allanamiento de más de 100 casas londinenses relacionadas con los disturbios que se han desarrollado en los últimos días, gracias a las órdenes judiciales dictadas para tal efecto.
Por su parte, Cameron lanzó una severa advertencia, señalando que el orden será restaurado por cualquier medio que sea necesario.
