Estadounidense sustraído al nacer se reencuentra con su madre en Chiloé
Fue cerca de las 18:00 horas de este miércoles cuando, tras 41 años y 10 meses de separación, Blanca Gallardo pudo conocer a su hijo Jeremy Pixton, el mismo que, según le dijeron en el Hospital San Borja en 1976, había nacido muerto.
El encuentro tuvo lugar en la ciudad de Ancud, ubicada en la isla de Chiloé, hasta donde llegó el estadounidense de 41 años para estrecharse en un largo abrazo con quien le dio la vida, ambos protagonistas de uno más de los casos de tráfico de niños -entre 1950 y 2000- que ya son más de mil y que son investigados por el juez Mario Carroza, quien también investiga las miles de adopciones irregulares ocurridas entre los años 70 y 80, especialmente durante la dictadura militar.
"Es un sueño, es increíble tener la oportunidad de conocerla", dijo este martes a la prensa, al salir de su reunión con el juez Carroza. Finalmente, el encuentro fue inmortalizado por el medio regional La Estrella de Chiloé.
HISTORIA
Pixton nació en octubre de 1976 en el hospital San Borja de Santiago, desde donde fue dado en adopción por medio de un abogado chileno y miembros de la Iglesia mormona en el país a una pareja estadounidense que pertenecía a la misma religión en Utah, Estados Unidos.
Pero en realidad Pixton fue arrebatado a su madre. "Ella ni siquiera sospechaba que su hijo pudiera estar a vivo; ni siquiera lo buscaba", dijo Constanza del Río, directora de la ONG Nos Buscamos, dedicada desde 2014 a la búsqueda de niños sustraídos, que posibilitó el reencuentro de Pixton con su familia biológica.
