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Así es la nueva vida del obispo Juan Barros tras su salida de la diócesis de Osorno

  • Por Meganoticias

Juan Barros Madrid dejó de ser el obispo de Osorno el 11 de junio del 2018, luego que el Papa Francisco aceptara la renuncia que presentó en medio de la crisis que afectó a la Iglesia chilena tras la visita del pontífice a nuestro país, hace casi un año.

Apuntado como testigo y encubridor de los abusos cometidos por el sacerdote Fernando Karadima, Barros fue severamente cuestionado durante los más de tres años que ejerció como líder de la diócesis de Osorno, donde asumió en enero de 2015.

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A casi siete meses del alejamiento de su cargo, el obispo emérito ha continuado con su vida en un completo hermetismo, dejándose ver solo en contadas oportunidades y pasando sus días entre la comuna de María Pinto y un monasterio en Rengo, en la región de O’Higgins, según informa La Tercera.

De acuerdo con este diario, Barros, que no tiene encargos pastorales y no atraviesa ningún proceso judicial ni canónico en su contra, va con frecuencia a María Pinto, en la provincia de Melipilla, para ver a su padre de 90 años, quien reconoce las visitas a su casa, pero señala que “yo no me meto en sus cosas”.

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Además de los días que pasa en la casa de su hermana en Lo Barnechea, otro viaje habitual del sacerdote es el que efectúa a Rengo, al monasterio de monjas benedictinas donde realiza actividad religiosa. “Sí, lo conocemos”, declararon escuetamente en dicho sitio acerca de la presencia de Barros.

Y en Osorno, la ciudad que lo acogió durante los últimos años, su figura tampoco ya es tan sobresaliente como lo fue hace poco, sobre todo en la visita del Papa Francisco a Chile, cuando acompañó al pontífice, en medio de la polémica, en las misas que se hicieron en Santiago, Iquique y Temuco.

“Es poco lo que se habla (de Barros) y, como todos sabemos, hay personas que estuvieron en contra y también a favor de él. A veces se escuchan voces en ese sentido, pero claramente no es muy notorio”, reconoció el obispo Jorge Concha Cayuqueo, administrador apostólico de Osorno.

Consultado por el contacto que ha mantenido con su antecesor en el cargo en la ciudad, Cayuqueo explicó que “inmediatamente después sí hubo alguna llamada telefónica para saludarme, y más tarde le tuve que preguntar algo muy puntual. Pero es poquísimo el contacto que he tenido con él, solo un par de llamadas”.