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Pikachu tiene sangre chilena: La desconocida historia del talcahuino dibujante de Pokémon

  • Por Meganoticias

Pikachu, el famoso Pokémon de Ash Katchum, tiene sangre chinlea. O algo así. Resulta que un joven nacido y criado en Talcahuano fue parte del staff de dibujantes de la famosa serie.

Masami Hayashi, hijo de padre japonés y madre chilena, nació en 1987 en el Hospital Naval de Talcahuano. Según relata Bío Bío, luego se trasladó a Santiago, donde realizó sus estudios en el Colegio Japonés hasta su adolescencia.

“Mi padre siempre dijo que a los 14 años yo y mis hermanos nos iríamos a Japón para seguir con nuestros estudios”, explicó Masami. “En Nagoya, que es una ciudad ubicada al centro de Japón, decidí estudiar Arte Japonés, ahí estuve cuatro años (...) Muchas de las personas que habían estudiado Arte Japonés se dedicaban a hacer los dibujos de las animaciones, así que decidí meterme en el tema de la animación”, explicó.

Fue ahí cuando se trasladó hasta Tokio, en donde estaba su hermano junto a su padre. “Comencé a mostrar mis dibujos aunque en un comienzo no me fue muy bien. Busqué empresas en las que podría entrar, pero ninguna me aceptaba, así que llegó un punto en el que dije: ‘si en la próxima no me va bien, me olvido del dibujo"”, explicó Masami.

“Afortunadamente quedé, y comencé a trabajar. Eso sí, estuve más de medio año sin recibir un pago, sólo me daban un poco de dinero para traslados y alimentación (...) Después de los seis meses, mis jefes se reunieron para decidir si tenía el talento o no. Y me dijeron que no", cuanta. Pese al rechazo, siguió adelante.

“En el estudio se trabajaba todo con pincel, y como después de eso nos cambiábamos al digital, yo les dije que ahí podría hacerlo mejor. Entonces me dieron una oportunidad y continúe trabajando”, reveló.

POKÉMON Y MASAMI

“Mi jefe me gritaba, Masami ven acá, párate aquí, no te necesito, te voy a despedir, te tienes que esforzar más. Después de un tiempo le demostré que tenía lo necesario, y seguí”, agrega. Así logró ser parte del equipo estable que realizaba las ilustraciones para series que se emitieron en Japón.

Masami cuenta que conoció a Pokémon en Chile un poco antes de que la serie llegara de manera oficial. Todo gracias a sus amigos japoneses, quienes le hacían llegar los videos.

“Estando en Tokio mandé un correo a la compañía de Pokémon comentándoles mi deseo de trabajar en la serie. Envié mis trabajos y me aceptaron. Eran jornadas extenuantes, comenzaba mis turnos a las 7 de la mañana y a veces terminaba a las 4 de la mañana. Estuve dos años y dirigí el capítulo final. Realizamos más de mil dibujos para un sólo capítulo”, cuenta.

Anécdotas no le faltan. “En un cuadro de Pokémon escribí el nombre de mi abuelita de manera muy sutil”, comenta. “Debo admitir que en un comienzo me costó adaptarme al país, ya que el estilo de vida es diferente”, confiesa. A pesar de las barreras que debió sortear, Masami tenía claro su principal objetivo: ser dibujante.