Auténtico y Fabuloso: JP López fue el rey de la noche inaugural del Festival de Viña 2017
Por Alejandro González, desde Viña del Mar.
La transmisión televisiva ya había comenzado y la congestión de público en la entrada hacia galería provocó las primeras pifias de esta nueva versión del Festival de Viña del Mar, por parte de los asistentes que llegaron al último.
Lo que se estaban perdiendo era la obertura liderada por Isabel Parra, en un escenario repleto de mujeres entre cantantes y bailarinas. Un tributo a los 100 años de Violeta Parra, con un repaso por sus clásicos más recordados. Un momento de homenaje y respeto que fue disfrutado por una repleta Quinta Vergara, pero que en redes sociales fue criticado por el uso de playback en algunos pasajes del show.
Aún así, con la presencia de voces femeninas emergentes como Camila Gallardo y Consuelo Schuster, la hija de Violeta Parra, unió dos generaciones a través del legado inmortal de su madre.
Acto seguido vino la aparición de los animadores Rafael Araneda y Carolina de Moras, quienes fueron recibidos con una gran ovación. El público de Viña ya acogió y naturalizó totalmente a esta dupla de animadores. Araneda empoderado de su rol con una voz enérgica y segura, y De Moras contrastando con temple y la experiencia que le han dado versiones anteriores del Festival.
Con estos elementos, impulsaron el plato fuerte de la noche: Los Fabulosos Cadillacs. Un show que se extendió por más de hora y media con una Impecable presentación, cargada a grandes éxitos y sandías caladas. Todo en clave Rock, fusión y pachanga. En "Calaveras y Diablitos", se dio el tiempo de jugar con el público de platea y galería, animándolos a aportar con el coro. Otro punto alto de su repertorio fue el clásico noventero Mal Bicho, que logró llevar al público al éxtasis, aprovechando de entregar un sutil mensaje social/político haciendo uso de la misma letra de la canción. La primera parte finalizó con "Matador". La Quinta reventó. Musicalmente, un potente espectáculo y concentrado en su setlist. Hizo una pequeña intervención al inicio de su show, agradeciendo la recepción del "monstruo".
Vicentico y su banda se concentró en la música, y no tanto en cortar el fervor del público con intervenciones habladas demasiado extensas.
Los animadores le dieron la Gaviota de Plata de casi inmediato. Un tema de timming con el público y su reacción un tanto forzada por Araneda y De Moras. Algo que los animadores aún deben trabajar para que la pedida del Monstruo se exprese de manera natural y por sí sola.
Vicentico, quien ya conoce el escenario de la Quinta, dejó que el momento lo vivieran los miembros de su banda.
Recordemos que Los Fabulosos Cadillacs, como tal, tuvo que esperar 7 años para poder debutar en la Quinta Vergara.
Su show pactado para la noche de cierre del Festival el año 2010 no pudo realizarse ya que la jornada se suspendió producto del terremoto que azotó la zona centro sur de Chile el 27 de febrero de ese año.
Luego vino el primer bis con otro éxito probado: "Siguiendo la Luna" y luego, pegado "Vasos Vacíos" un clásico romántico en clave ska que la banda grabó con Celia Cruz. El monstruo de la Quinta coreó estas canciones como si la hubiesen escrito ellos. Mucha intensidad y pasión, bajando las revoluciones pero nunca el entusiasmo de los fanáticos.
Segunda intervención de los animadores: y el público comienza a pedir la segunda gaviota, esta vez, de oro.
"Esperamos repetir esto", dijo Vicentico. Acto seguido, a pedido de las redes sociales, aceptó finalizar con El Satánico Doctor.
Tanda comercial. Parte del público se retira de la Quinta, otros al baño o a buscar un refrigerio que le permitiera reír con el estómago lleno, por que la rutina de JP Lopez, comediante que debutó en grandes escenarios, ofreció una rutina que paseó por las más cotidianas experiencias que tuvo durante sus años de funcionario bancario.
Así fue como se basó en su ex Jefe, Edison Phillips, a quien no bajó del columpio durante todo su show. Las risas del público eran abundantes. Una tras otra. El ritmo de JP López se calculó así. Para él, según señaló más tarde en conferencia de prensa: "sabía cuando el público debía reirse". Su máximo indicador, fue cuando las carcajadas salían incluso antes de llegar a los remates.
Prueba de ellos, fue cuando su rutina volcó a los chistes dedicados a las mujeres, y su relación con los hombres, y las formas en que ha consolidado su liderazgo en situaciones familiares. El público le siguió cada una de sus salidas. Apelando a algunos recursos que recordaban a Coco Legrand, apoyado de gesticulaciones que condimentaban sus relatos con espontaneidad.
Otro momento alto de la noche fueron sus menciones a situaciones con su madre, las nuevas carnicerías, prevencionistas de riesgo y auxiliares de aseo. JP López acertó en traer al humor, personajes improbables.
Sus principales fijaciones: su ex jefe Edison Phillips, y también Checho Hirane, con quien armó gran parte de su rutina creando una serie de situaciones en donde hacen de compañeros de guerra.
Fue ahí donde logró conectar con la contingencia y lanzar críticas a las Fuerzas Armadas.
Al término de la a primera parte de su rutina, el público ovacionó de pie, hasta ese momento desconocido comediante , y no demoró en entregarle una merecida gaviota de plata.
Pero la hora y quince de su show no fue suficiente. Así, los animadores le dieron la oportunidad para seguir entreteniendo al Monstruo. Segunda parte en la que se enfocó en la compra de departamentos y las cuitas de sus características: "cocinas americanas", "departamentos piloto" y vecinas "ruidosas". Bastaron menos de 5 minutos para que intervinieran nuevamente los animadores e incitaran al público para regalar la segunda gaviota. Nuevamente mal timming de la dupla Araneda - De Moras.
"Los sueños tardan, pero se cumplen", dijo. Sin embargo, cuando todos pensaban que era el final perfecto para este ex banquero, sorprendentemente, se le dio un segundo bis donde se abocó al transporte público y las cosas que pasan en el Metro de Santiago. La corta duración de esta intervención hacía sospechar que López ya estaba "seco". Ya lo había entregado todo en 45 minutos de rutina. Y no fue poco.
Esta forzada extensión configuró lo que todos querían en la Quinta: entregarle la Gaviota de Oro. Y así fue. López evidentemente emocionado, estaba viviendo un sueño. De la frustración laboral en un banco donde trabajó durante 16 años, a ser la revelación humorística del Festival en su versión 2017.
El show de JP López se estrujó todo lo que se podía, pero Araneda y De Moras intentaron seguir a alargando su presentación. Era evidente que este ingeniero ya había vaciado su repertorio. Pero eso tenía una razón: El rating promedio entre las 00:24 y 00:33 fue de 37 puntos promedio, sólo durante la presentación de López, con un peak de 40 puntos.
El cierre de esta noche estuvo a cargo de Los Auténticos Decadentes, que no han necesitado de nuevos álbumes para mantenerse vigentes. Así lo demostraron ante el público de la Quinta que se quedó hasta pasadas las 3 de la madrugada para corear "Como me voy a olvidar", "Corazón" y "Diosa".
Los argentinos hicieron bailar a la Quinta Vergara y, como fue la tónica de la noche, se llevaron unas merecidas gaviotas de plata y de oro.
La primera noche del Festival apostó por la fiesta temprana. Números que en otros tiempos eran pensados para clausura, hoy fueron escogidos para iniciar este evento con la energía a mil. Así lo lograron estas bandas argentinas Los Fabulosos Cadillacs y Los Autenticos Decadentes, quienes no defraudaron y reunieron a un público ad-hoc. Punto aparte para el humor y la exitosa noche de Juan Pablo López, quien sorprendió y se ganó el cariño de la Quinta y el país. Una primera noche correcta, que genera expectativas y pone la exigencia de sostener noches enérgicas y explosivas. ¿Podrán mantener o subir el nivel en las próximas jornadas? Por ahora, sin demasiado esfuerzo, promete.
