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Hepatitis en el embarazo: Riesgos de contagio y recomendaciones para el recién nacido

  • Por Meganoticias

La hepatitis es una infección del hígado que puede afectar a cualquier persona, independiente de su sexo o edad. Sin embargo, existen dos tipos de virus que se pueden transmitir a un menor por medio del embarazo: AB.

En el primer caso, el contagio es poco frecuente, pero se genera al momento del parto "cuando ya no existe la protección del vientre materno y sus anticuerpos", explica Francisco Díaz, gineco-obstetra especialista en medicina materno-fetal de Clínica Vespucio.

En la hepatitis producida por el virus B, la transmisión puede evitarse si el hijo recibe los medicamentos necesarios desde el momento del nacimiento. De esta forma, "si la cantidad de virus en la sangre de la madre es muy elevada, es necesario además indicar tratamiento farmacológico adicional durante el embarazo, para reducir la posibilidad de contagio", precisa el especialista.

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Cabe señalar que en ambos casos de infecciones, la mayoría de los pacientes no presenta síntomas. Sólo en algunos casos, existe malestar general, con dolor muscular, pérdida del apetito, similar a las señales de una gripe. También pueden aparecer ojos y piel amarillos, orina muy oscura y deposiciones sin color.

RIESGOS DE CONTAGIO

La hepatitis A produce una alteración en las múltiples funciones del hígado, pero de corta duración y completamente reversible, por lo que no genera mayores complicaciones durante el embarazo para la madre. No obstante, en el caso de que la adquiera el menor, "los riesgos son más elevados principalmente por la alta posibilidad de contagio al resto de los recién nacidos cercanos", afirma Díaz.

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Sin embargo, la hepatitis B es más peligrosa, tanto para la madre como para el menor, ya que ambos corren el riesgo de padecer la infección de forma crónica y desarrollar una falla hepática o incluso cáncer de hígado. "La infección crónica es muchísimo más común en los recién nacidos, por lo cual es más frecuente que ellos desarrollen estas complicaciones", advierte el médico.

RECOMENDACIONES

El contagio de la hepatitis A es denominado fecal-oral, debido a que se adquiere al ingerir algún alimento o agua contaminado con deposiciones. Por ello, como en todas las infecciones adquiridas por vía oral, es fundamental el lavado de manos antes de preparar alimentos, antes de comer, después de ir al baño y beber siempre agua potable.

Por otra parte, la forma de adquirir la hepatitis B es por contacto con sangre o fluidos corporales de una persona infectada. Para evitar el contagio, lo fundamental es seguir las mismas medidas de prevención que se utilizan para prevenir el virus del VIH. Entre ellas, el uso de preservativo, tener pareja sexual única y no compartir jeringas si usa drogas endovenosas. Para la prevención de la infección del recién nacido, se administran inmunoglobulinas –anticuerpos exclusivos contra el virus B– y se coloca la vacuna contra el mismo virus.