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Directora del documental sobre Pedro Lemebel: Gracias a él "existe 'Una mujer fantástica'"

  • Por Meganoticias

El artista chileno Pedro Lemebel regresó al primer plano en la Berlinale, con un documental que rescata esta figura militante de los derechos de los homosexuales y las minorías, una lucha "vigente" frente a las tendencias conservadoras.

"Gracias a Lemebel, existe 'Una mujer fantástica'", afirma a la AFP la directora de la cinta, Joanna Reposi, en alusión al oscarizado filme de su compatriota Sebastián Lelio sobre una transexual en el Chile actual.

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Pero la conquista de los derechos por los que luchó este icono latinoamericano de la literatura homosexual, fallecido en 2015 debido a un cáncer, está lejos de ser definitiva. "Con Trump en Estados Unidos, Bolsonaro en Brasil (...) hubo una regresión en el mundo. Por eso políticamente el discurso de Lemebel está más vigente que nunca", según la cineasta.

Reposi destaca asimismo esta tendencia conservadora en Chile. En diciembre pasado, por ejemplo, la prensa chilena se hizo ampliamente eco del rechazo de los alumnos de una escuela de la región metropolitana de Santiago a leer al escritor por considerarlo "asqueroso" a raíz de su orientación sexual.

"Pobre y maricón"

"Lemebel" compite en Panorama, la segunda sección del Festival de cine de Berlín, cuyo palmarés será anunciado este sábado.

Reposi, amiga del artista, empezó a rodar el documental en 2007 y lo finalizó tras la muerte del escritor, a los 62 años.

A base de imágenes de archivo, testimonios y una larga entrevista mantenida cuando él ya estaba enfermo y se cubría la cabeza con un pañuelo, la cineasta expone las facetas menos conocidas de este autor que se hizo célebre primero como artista plástico, así como su carácter irreverente, a veces sarcástico, otras fatalista.

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"Me tocó ser lo peor, pobre y maricón. Hay que ser ácido para soportarlo", decía el artista en los últimos años, expresándose ante audiencias como la de la Universidad de Harvard, con una botellita de 'whisky' a su alcance.

Si con algo tuvo suerte fue con sus padres, quienes aceptaron de buen grado su homosexualidad en un momento en que bajo la dictadura de Augusto Pinochet ésta era tabú. Pero nunca tuvo pareja estable y batalló en gran medida solo, siendo rechazado incluso por la izquierda, en la que hubiese deseado militar.

Su abuela y Frida

Encontró no obstante apoyo e inspiración en las mujeres. Primero en su abuela, de quien adoptó el apellido que ella misma inventó cuando de joven se escapó de casa. Más tarde, cuando estas fueron las primeras en respaldar su colectivo político-artístico "Las Yeguas del Apocalipsis", fundado en las postrimerías de la dictadura.

"Hablamos para quienes no tienen voz", se presentaba así a fines de los años 1980 un joven Lemebel, que en sus "performances" se entregaba a una "pirotecnia corporal", buscando "el carácter irrepetible del gesto extremo".

Enfundado en un saco al que prendía fuego, ensangrentándose los pies bailando descalzo una cueca sobre vidrios esparcidos sobre un mapa de América Latina --en alusión a las víctimas de las dictaduras--, el artista "franqueaba los límites y cuestionaba la sociedad", según Reposi.

Frida Kahlo fue otra de sus grandes referentes femeninas. "Yo también tengo el cuerpo transgredido, golpeado", decía Lemebel, quien se representó varias veces como la artista mexicana, en especial con una réplica en vivo de su obra "Las dos Fridas".

Para presentar la película, la Berlinale recuperó otra imagen icónica de Lemebel, cuando desfiló en Nueva York con una corona de jeringas metálicas para "devolver" a Estados Unidos la epidemia del sida.