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"Chicos a prueba de balas": La construcción del Army chileno de BTS

  • Por Meganoticias

Por Paz Oyarzún 

"Los fans chilenos son parte integral del poder de la Ola Coreana porque fueron de las primeras personas fuera de Asia que notaron que el sonido, el estilo y la espectacularidad de la música coreana podía cruzar las fronteras”. Así describió el biógrafo de BTS, Adrian Besley, el fenómeno del K-Pop en Chile, palabras que coinciden con la efervescencia con que se vive el fanatismo por las bandas de este estilo.

Es que los más de 18 mil kilómetros que separan a nuestro país del país asiático no son impedimento para que los fandom sientan a sus ídolos cercanos y se identifiquen con las vivencias que expresan en sus letras.

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"Tiene harto que ver con la visualidad, todo lo que sea k-pop se caracteriza por una puesta en escena como por la producción de sus videos y álbumes. Tiene que ver también con el tipo de interacción que tienen con los fans, ya que estos grupos siempre dan material y hacen que uno esté pendiente. Entonces aparte de la música, ellos como personas son muy interesantes", considera Yazmín Aguayo parte del Army de BTS en Chile, sobre la particularidad del k-pop por sobre otros estilos musicales.

Aquella popularidad (no por nada K-Pop significa Korean popular music) ha hecho estallar el estilo en los últimos años, especialmente con una banda: BTS. El septeto juvenil ha logrado convertirse en fenómeno llegando incluso a ser considerados en la lista de personas más influyentes, según Time, así como lograr ventas históricas a nivel global.

La boy band tiene millones de seguidores alrededor del mundo, quienes son sus mejores representantes a través de las redes sociales. Ejemplo de ello fue cuando vinieron a Chile en 2017, ocasión en la que no hubo publicidad extra aparte de la información en sus cuentas oficiales, lo que no fue impedimento para que agotaran ambas fechas en el Movistar Arena. 

Aquellos fans, conocidos como Army, se organizan en comunidades virtuales de más de 100 mil personas como es el caso de BTS Chile. Desde allí surgen encuentros y campañas que son capaces de instalarlos de un minuto a otro como lo más comentado en Twitter o posicionarlos como número 1 en los ranking musicales.

"Los fanpages globales proponen hashtag y nosotros nos sumamos. Cuando son proyectos nacionales, parten de fans comunes y nosotros apoyamos", explica Yaz.

El Army chileno desde adentro 

El término army (ejército en inglés) nace inspirado en el nombre BTS, ya que en coreano significa "chicos a prueba de balas" y esta idea tenía que ver con el ejército. "Nos protegemos mutuamente de las balas que nos entrega la sociedad", dice Yazmín.

BTS Chile nació en 2013 cuando la banda aún no debutaba oficialmente. "Me sumé porque quería que Chile los conociera y que ellos también conocieran Chile y así nació Facebook, éramos pequeños, después hicimos Twitter porque ellos utilizaban harto esa red", cuenta la joven sobre los inicios del fanpage.

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Sin embargo, el fenómeno creció y con ello, el army chileno. "La verdad no hicimos nada extraordinario para promocionar la página. Todo lo demás fue gracias a ellos, la gente empezó a llegar por sus redes y nos daban 'me gusta', ya que traducíamos sus informaciones y hablabamos sobre ellos", cuenta, indicando que una de las administradoras sabe coreano.

(Foto de una junta para organizar proyecto en 2016/ cedida)

Tal es el impacto que tiene la comunidad chilena de BTS, que incluso la embajada de Corea del Sur los ha invitado a participar de actividades relacionadas al K-Pop. "La actividad más grande es un concurso internacional y el grupo de cover que gana puede ir a Corea a participar en la final. Nosotras participamos también de una exhibición en el Parque San Borja que es el epicentro del k-pop en Santiago", cuenta. Lo anterior, sin embargo, no es casualidad ya que el gobierno coreano subvenciona proyectos relacionados al K-Pop pues reconoce allí una industria que potencia las exportaciones del país. 

Siguiendo el funcionamiento del fandom, organizan periódicamente reuniones donde, además de bailes y conversaciones, planean iniciativas como el libro que viajó por varios países del mundo en el que "podíamos escribirles y luego les llegó". "Antes eran más abiertos a recibir regalos, ahora ya no", expresa Yaz.

A pesar de que en el último tiempo se ha hecho más difícil organizar juntas, el fanatismo por BTS no decae si se trata de redes sociales. Es que el amor por la banda va más allá de una idolatría, sino que tiene que ver con la sinceridad en sus letras, las que tocan temas que no todos lo hacen, tal como la depresión, el empoderamiento femenino, la ansiedad o las presiones sociales a las que todo joven está expuesto.

"Primero es el mensaje de sus canciones, que resuena no solo con juventud, sino que es transversal por lo mismo su fandom no es de puras niñas chicas. Ellos siempre han dado mucho material para hacerlos sentir cercanos, como subir fotos que los muestran humildes y uno les toma cariño y los sientes más persona que ídolo", cree Yazmín.