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Juana Viale fue dada de alta y descansa en su casa

  • Por Meganoticias

 

La actriz Juana Viale abandonó el Sanatorio La Trinidad, después de  permanecer internada desde el miércoles, cuando debió practicársele una cesárea de urgencia tras la muerte de su bebé.

 

Los últimos informes médicos emitidos por la clínica anunciaron  la actriz "evolucionó de forma satisfactoria" y que  la externación se realizaría en las próximas 48 horas. Mientyras estuvo internada, Juanita  estuvo  acompañada por su hermano Nacho Viale y Gonzalo Valenzuela. También la visitaron su abuela Mirtha Legrand, pese a que se dijo que no iba a acercarse al sanatorio para evitar el asedio de la prensa.

 

La madrugada del 25 de mayo, la actriz perdió su embarazo de ocho meses. Estaba esperando su tercer hijo. La noticia conmocionó a los medios tanto en la Argentina como en Chile.


Juana llegó al Sanatorio de la Trinidad, en el barrio de Palermo, alrededor de las 3 de la madrugada. Después de padecer dolores abdominales, fue a la guardia del sanatorio acompañada por su hermano, Ignacio Viale, y allí, los médicos constataron que el bebé ya se encontraba sin vida. Poco después le realizaron una césarea de urgencia para evitar complicaciones posteriores en su salud, según el parte médico emitido por la clínica al mediodía.


“Se comunica que en el día de la fecha a las 03 horas ha ingresado a la guardia de nuestro Sanatorio, la sra. Juana Viale, por dolor abdominal, con un embarazo detenido de 36 semanas. Se realiza una cesárea de urgencia constatándose fallecimiento intrauterino fetal. La paciente se encuentra actualmente en buen estado general cursando un posparto habitual para este tipo de intervenciones”, decía el parte oficial. “La familia agradece las expresiones de preocupación recibidas y solicita por respeto a la privacidad de la paciente discreción en el manejo de la información. Nos pide además que les transmitamos que no harán más declaraciones”, agregaba el comunicado.


Juana pasó toda la mañana bajo el efecto de sedantes y fue asistida por el equipo de psicólogos del sanatorio para ayudarla a hacer frente al drama que le tocó vivir.


Ni bien se conoció la noticia, la puerta del sanatorio en la calle Sinclair se llenó de cronistas, fotógrafos y móviles de televisión, para seguir de cerca la noticia que conmovió a la opinión pública. Desde la institución y desde la propia familia de Juana se mantuvo el hermetismo. Y el acceso a la habitación 601 estuvo estrictamente vigilado para evitar el ingreso de personas sin autorización.


Las causas que desencadenaron el triste final no se explicitaron, pero, según los médicos especialistas, puede darse por distintas causas. La hipertensión es una de las posibilidades.


Juana estuvo acompañada en todo momento por algunos de sus familiares y amigos que fueron llegando a lo largo del día al sanatorio. Quien no se separó de su lado durante la madrugada fue su hermano, Nacho, que estuvo con ella en el momento más crítico, y dejó la clínica durante la mañana. También su hija, Ambar, de 7 años, estuvo cerca de su mamá, y durante la mañana abandonó la clínica con una amiga de Juana que se ocupó de cuidarla.


también llegó hasta el recinto hospitalario fue Gonzalo Valenzuela, el otro protagonista de este drama, recientemente separado de Juana.

 

El actor chileno ingresó en el sanatorio al mediodía. Llegó en medio de un operativo de distracción para evitar un acercamiento de la prensa. Para eso, mientras Valenzuela entraba al lugar por una cochera del edificio, a la misma hora, su amigo y colega chileno Benjamín Vicuña lo hacía por la entrada principal, acompañado por su mujer, Carolina "Pampita" Ardohain. De esa forma, todas las cámaras los siguieron a ellos y Gonzalo pudo pasar inadvertido. A última hora del día, la pareja volvió, acompañada por una de las hermanas de Valenzuela. Un rato después de las 16 llegó su amiga Valeria Gastaldi (a quien Viale considera como su “hermana”, hija del marido de su madre, Marcela Tinayre).


También se supo que Tinayre había viajado a París el martes para pasar unas vacaciones con su esposo, Marcos Gastaldi. Y, en cuanto se enteró de la noticia, tomó un vuelo de regreso a Buenos Aires para estar junto a su hija en este durísimo trance.

 

El padre de Juana, Ignacio Viale del Carril, entró al estacionamiento de la clínica en moto, con el casco puesto, a última hora de la tarde, junto a su otra hija, Manuela. Por otra parte, su abuela prefirió guardar su dolor mientras que Mario Cella, gerente de programación de América, fue a la Trinidad a solidarizarse con la familia.


Juana, que protagonizó la exitosa teleserie Malparida, por El Trece, no había ido a la entrega de los Premios Martín Fierro el domingo pasado en el Hilton, a pesar de estar nominada como mejor actriz por ese trabajo. Juanita siguió la transmisión por televisión y luego llamó a Adrián Suar para agradecercle el apoyo que le brindó al recibir la estatuilla que ganó el programa como Telenovela.


Durante el último tramo de su embarazo, prefirió evitar la exposición mediática después de que se publicara la foto del beso con el economista Martín Lousteau. El ex ministro de Economía viajaba en un vuelo de Iberia a España casi a la misma hora en que Juana pasaba por este doloroso hecho.


A pesar de que en su anterior embarazo Juana había sufrido algunas complicaciones, según fuentes cercanas a la familia, esta vez el bebé crecía aparentemente sin complicaciones y nada hacía prever que pudiera pasar lo que sucedió. Incluso, Juana se había realizado, la semana pasada, una ecografía 4D para saber cómo evolucionaba el bebé, que, según trascendió, era un varón. Durante el embarazo, tanto Juana como Valenzuela prefirieron no enterarse del sexo de su segundo hijo.


En las últimas semanas, la nieta de Mirtha Legrand buscó refugio en el country Golf Club de Pilar, donde su abuela tiene una casa, para recuperar la tranquilidad perdida por la tremenda exposición mediática, y ese espacio era ideal. Sólo compartía algunos encuentros breves con Gonzalo (y los chicos), con quien intentaba recomponer la relación, precisamente, para preservar al bebé que estaba por llegar.


Ahora, la actriz, de 29 años, pasa por uno de los momentos más dolorosos de su vida y seguramente tratará de encontrar algo de consuelo en sus otros hijos, aún sabiendo que esta profunda herida la acompañará por siempre 

(La Nación, Argentina)