También ocurre en invierno: Los curiosos síntomas que te avisan que estás deshidratado
Mareos, cefaleas, fatiga e incluso un inexplicable sueño son síntomas de que estamos tomando poca agua.
Normalmente echamos la culpa de estos malestares al exceso de trabajo, al estrés o a las preocupaciones, pero el cuerpo es sabio y solo te está avisando que debes hidratarlo.
Está comprobado que consumimos más agua en verano, pero ahí está la trampa, pues cuando el clima mejora o incluso llegamos al invierno, no nos percatamos de la poca agua que tomamos.
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En ese momento es donde hay que observar si se presentan más episodios de dolores de cabeza, malestar general y somnolencia, pues su origen puede ser fácil de solucionar.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda tomar de dos a tres litros de agua al día, pero esta meta muchas veces no es alcanzada.
Por ello, es hora de tener en cuenta que el agua es clave para que nuestra sangre lleve suficiente oxígeno a las células, sino, estas mueren.
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Por su capacidad para absorber minerales, el líquido mantiene el equilibrio del cuerpo como una máquina perfecta.
¿Qué hacer?
Para solucionar el mal hábito de no tomar suficiente agua, identifica el síntoma. Si sientes cefalea, incluso mareos o náuseas sin explicación alguna, antes de acudir a tomar calmantes, toma agua.
Si el malestar comienza a ceder a medida que te hidratas, sin duda, se trató de un cuadro asociado a la falta de hidratación.
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Para hacer el hábito, acostúmbrate a utilizar botellas de agua como parte de tus pertenencias al salir. Las hay de todos los diseños, materiales y colores. De este modo tendrás agua a tu alcance y te servirá de recordatorio.
Recuerda que, si no haces deportes y tu trabajo es sedentario, no vas a sentir sed, así que hay que convertir la hidratación en un acto consciente.
Así evitarás, a la larga, otras complicaciones como daños a la piel, resequedad, dolores crónicos, enfermedades renales y más acumulación de toxinas en el organismo.
